Entrenar... ¿Por qué?

Con esta pregunta que parece una provocación dirigida el sentido común, el autor quiere darnos a entender que el entrenamiento es un regalo que nos hacemos a nosotros mismos. Cada sesión de entrenamiento debe convertirse en una ilusión permanente, un objetivo y un reto.

Siempre he pensado que poder dedicar un espacio de tiempo cada día a entrenar es un privilegio, pero por la experiencia que tengo sé que a muchos deportistas solo oír esta palabra les produce urticaria.

¿El motivo? Normalmente, el deportista sólo piensa en el objetivo final, una carrera concreta, unos Juegos Olímpicos... y ve el entrenamiento, sólo como un medio para llegar en las mejores condiciones posibles. Al mismo tiempo, va descontando los días que faltan para su gran cita, como un preso para salir de la cárcel.

Aunque no seamos competidores en nada, ni nos interesen las competiciones, al principio solía hacer esta pregunta: "Entrenar... ¿Por qué?", pero la voy a cambiar por: "Hacer actividad física... ¿Por qué?".

De entrada, por nuestra salud, y esto incluye un montón de cosas: desconectar de la rutina diaria, acceder y descubrir emplazamientos nuevos en la naturaleza, aprender nuevas actividades y técnicas, y además, mejorar nuestro rendimiento físico. También debemos tener muy claro que el entrenamiento, provoca cansancio, ¿es obvio no? Pues hay deportistas a quienes les cuesta entender esto y, por supuesto, no debemos pensar en el cansancio como en algo negativo.

El regalo de entrenar

El entrenamiento deja de ser productivo cuando las únicas sensaciones que tenemos son de sufrimiento y no experimentamos ninguna satisfacción al realizarlo.

Así pues, lo primero que debemos tener claro cuando nos planteamos entrenar es que se trata de un regalo que nos hacemos cada día, un espacio de tiempo que nos dedicamos a nosotros mismos. Cada sesión de entrenamiento no debe ser considerada como una rutina, sino como un objetivo a superar que nos proponemos a nosotros mismos. En definitiva, cada entrenamiento es un reto personal.

Esto lo podemos llevar a cabo de maneras diferentes: marcándonos recorridos contrarreloj, itinerarios que nos cueste trabajo superar, recorridos técnicos, intentar dominar varias actividades físicas, para intentar cambiar cada día de modalidad y de emplazamiento.

Sin olvidar la motivación

Para motivarnos, va muy bien disponer de un plan de entrenamiento semanal o mensual, indicando el trabajo a realizar cada día. En teoría, este entrenamiento nos lo podemos planificar nosotros mismos, pero para que sea lo más efectivo posible, debería realizarlo un profesional del entrenamiento después de conocer nuestro nivel físico mediante una prueba de esfuerzo.

También es muy importante, si nos cuesta entrenar solos, buscar otros deportistas con un nivel similar al nuestro y compartir entrenamientos.

Por Lluís Capdevila, director de Extrem Team Actividades y Entrenamiento de Alto Rendimiento www.extremteam.com Tel: 654 89 39 96

Comentaris

Entrades populars